Decorar con rayas las paredes es una buena solución para dar un toque diferente a nuestro hogar. No obstante, hay que tener en cuenta unas cuantas de indicaciones antes de decidirnos a pintar paredes a rayas.
En primer lugar tenemos que saber que las rayas pueden resultar algo cansinas si no se colocan en el lugar adecuado. No son recomendables para lugares en los que pasamos mucho tiempo como por ejemplo la cocina. Sin embargo decorar el recibidor o un pasillo con rayas puede ser todo un acierto.
Una buena solución para que la decoración con rayas no quede demasiado recargada es colocarlas sólo en algunas paredes de la estancia, combinando paredes lisas con paredes con rayas. Si lo que queremos es que los techos parezcan más altos pintaremos siempre lineas verticales.
El grosor de la raya que vayamos a pintar también es importante. Las rayas finas y de colores claros son un recurso genial para no recargar la decoración. Si estais decorando la habitación de un bebé las rayas verticales de colores pasteles quedarán muy bien. Por el contrario, unas rayas anchas y de colores fuertes dan a las habitaciones personalidad y son más recomendables para dormitorios de adultos.
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